Existen muchas maneras de enfermedad, no solo física, también podemos estar enfermos emocional y espiritualmente, lo que nos lleva a cometer errores y hoy en día nos siguen atormentando.
Soltemos nuestro pasado y permitamos que el único que puede ayudarnos a sanar lo haga, dejemos que Jesús guíe nuestra vida, entreguémosle cada herida para que Él nos pueda sanar con su inmenso amor.
Jesús tiene un plan contigo y te quiere sanar!