Dios no te da de baja.

Los caminos de Dios no son fáciles, pero el Señor nos regala cada día su misericordia y aunque pensemos que no la merecemos, en Él siempre tenemos nuevas oportunidades.

Por más difícil que sea el camino, Dios nos puede usar pese a cualquier circunstancia. Dispongamonos para servir a Dios de corazón.

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